En este momento de incertidumbre en el que nos encontramos, algunas personas han
decidido divorciarse. Tal vez sea una decisión tomada tiempo atrás que han ido
posponiendo y ahora la situación les ha hecho decidirse o tal vez la
convivencia ha provocado que todo salte por los aires precisamente ahora. Hay
casos y casos, pero creo que en muchos supuestos la situación que estamos
viviendo nos va a hacer tomar muchas decisiones importantes en nuestra vida:
quién queremos que esté, quién queremos que no esté, o cómo nos planteamos
nuestra vida de ahora en adelante. Está siendo un momento de tomar decisiones.
¿Cómo se plantea uno un divorcio en estos momentos? No sé si sabéis que el juzgado está funcionando bajo mínimos, con muy pocos funcionarios y los plazos procesales están suspendidos. Desde
hace unos días podemos presentar demandas y escritos (se nos pide que se haga
con prudencia) pero en el momento en que haya algún plazo procesal el asunto
quedará parado hasta que las circunstancias cambien.
Hoy más que nunca creo que es necesario llegar a un entendimiento si decidimos divorciarnos. Si no alcanzamos un acuerdo podremos presentar la demanda de divorcio, se admitirá a trámite
pero no se le notificará a la otra parte por el momento, por lo que el asunto
quedará parado hasta nuevo aviso. Y lo más probable es que, cuando se retome,
haya tal atasco judicial que nuestro juicio tarde en celebrarse.
Por el contrario, si el divorcio es de mutuo acuerdo solo es necesario hacerle un poder al procurador (que si en
el juzgado no se tramitan en estos momentos se puede hacer ante notario con un
coste mínimo), aportar un convenio regulador firmado por las partes, adjuntar el
certificado de matrimonio y los certificados de nacimiento de los hijos. Luego
solo faltará el visto bueno del Ministerio Fiscal (si hay hijos) y la
ratificación del convenio en el juzgado, que se realiza con un funcionario,
primero un cónyuge y más tarde el otro, por lo que este trámite es sencillo y
espero que pronto se pueda llevar a cabo. Además, si las partes están
conformes, ese convenio empezará a regir desde su firma, por lo que las partes
ya pueden comenzar a llevar adelante lo acordado.
Un divorcio de mutuo acuerdo muchas veces no es sencillo, se requieren semanas o meses de negociación, en
ocasiones, para alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes pero, sin
duda, en estos momentos, intentar llegar a ese acuerdo bueno para las partes
pero especialmente positivo para los menores si los hay, es muy importante.
Los abogados de familia estamos
trabajando y negociando para alcanzar esos deseables acuerdos y los clientes,
en muchos casos, me consta que están poniendo mucho de su parte para que así
sea.
En general estoy observando una actitud mucho más conciliadora por parte de las personas que me han contactado
de la que veía antes de la pandemia. Tal vez esta situación nos haga darnos
cuenta de que es inútil discutir por cosas nimias y que hay que centrarse en lo
verdaderamente importante e intentar tener una relación cordial en el futuro,
principalmente cuando hay menores involucrados.
No es una época fácil para casi nada pero nos puede servir para repensar las relaciones y la forma en que queremos
relacionarnos con los demás de ahora en adelante y si el divorcio es una
decisión para la que ya no hay vuelta atrás, hacer las cosas con sentido común
y centrándonos en lo importante es empezar una nueva vida con buen pie, en mi
opinión.